lunes, 7 de julio de 2008

Homenaje a Cortázar

Tomo valor y cruzo la calle acompañado por Faraón. Eva me tiene advertido: mejor ni te acerques, es una casa tomada. La llave está en el lugar previsto. La introduzco en la cerradura y abro la puerta, Faraón lanza un par de gruñidos sordos y me abandona; a pesar de ello, entro en la casa.

La tarde cae y las sombras se anticipan a la noche. A través del cristal de la puerta diviso a Eva rondando la casa, sufro sus ojos desconcertados, escucho su voz llamándome. Al verla alejarse, desconsolada, estiro una mano que penetra el vidrio y se asoma al exterior. La ilusión de libertad dura un segundo, el vidrio se cierra sobre si mismo y me cercena el brazo. No tarda en aparecer Faraón, meneando la cola, olisqueando, y se devora tan apetitoso manjar.

Como todas las noches desde que habito la casa, atisbo con esperanza pero Faraón no ha dejado ni rastro para mañana, cuando vuelva a escuchar a Eva rondando por el jardín y mi brazo, ya regenerado, penetre el vidrio tratando infructuosamente de llamar su atención.

Alejandro Estrada Mesinas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me parece muy bueno, me gustó además la idea de "homenaje". Te felicito!! Laura Trotta