sábado, 27 de diciembre de 2008

Chispitas

Era una noche de invierno. Ya casi hora de irse a dormir. Pasado mañana Tristán debería volver a la escuela pero en aquellos momentos miraba el fuego de la chimenea mientras sus padres recogían las restos de la cena.
- Mamá, ¿Puedo quedarme a dormir en el sofá?
- ¿Por qué quieres hacer eso, cariño?
- Es que me hace mucha ilu. Por favor, sólo esta noche.
Su madre arrugó el ceño y miró al padre que encogiéndose de hombros salió de la cocina sin decir nada.
- Está bien, pero coge un manta, no vaya a ser que pases frío.
Tristán lleno de alegría corrió a su habitación, estiró la colcha de la cama y bajó al salón. Acomodándose en el diván se preparó para la noche de vigilia que le esperaba.
Su madre se acercó a él y le besó en la cabeza:
- ¿No pretenderás quedarte despierto toda la noche, verdad Tristán?
- Claro que no, mamá. Buenas noches.- Contestó el pequeño acurrucándose entre los pliegues del edredón.
Al poco la casa quedó en silencio y a oscuras, sólo alumbrada por las llamas del fuego de la chimenea. Tristán permanecía atento a cualquier ruido, a cualquier señal.
Al cabo de un rato se levantó y se asomó a la ventana. Nevaba. Caía tanta nieve que apenas podía distinguir el final del jardín. Nervioso volvió al sofá. El reloj marcó las once. Tristán se impacientaba. No escuchaba nada. No veía nada. Desde luego, así no lo había imaginado. Se revolvió bajo la colcha y fijó su mirada en la chimenea. Poco a poco a Tristán se le cerraban los ojos. Hacía esfuerzos por permanecer despierto pero el constante chisporrotear del fuego lo adormecía. Dio un par de respingos abriendo mucho los ojos, pero a los pocos segundos ya los tenía cerrados de nuevo. Al final se durmió plácidamente. El reloj marcó las doce.
De repente, una chispa de fuego salió fuera de la chimenea. Se posó encima de la alfombra y dando pequeños saltitos se plantó delante de Tristán. La viruta de llamas permaneció unos instantes observando al niño. Enseguida le crecieron unas piernas y unos brazos. Juntando los dedos emitió un silbido hacia el lugar donde estaba la chimenea y otro par de chispitas salieron de entre las llamas de la fogata. Repitiendo los graciosos botecitos fueron a encontrarse con la chiribita a la que le habían salido las extremidades.
- ¿Está dormido?
- ¿Tú qué crees?
La primera centella se apartó de las otras dos y empezó a crecer y crecer hasta transformarse en un hombre bastante mayor con el pelo blanco que iba ataviado con una capa roja y una corona.
- ¡Rápido! no tenemos toda la noche.
Las otras dos chispitas se separaron una de otra y emitiendo un fuerte destello empezaron a aumentar de tamaño al tiempo que les creían brazos, piernas y cabeza.
Al cabo de unos momentos se habían convertido en dos señores: uno con barba rubia y otro más joven de color que llevaba un turbante en la cabeza.
- ¿Dónde habéis dejado el regalo de Tristán?- Preguntó el del pelo blanco.
- Lo llevaba él.- Contestó el del turbante señalando al de la barba rubia.
- ¿Yo? Seguro que has vuelto a olvidarlo en el camello.- Le replicó enojado.
- Así no vamos a acabar nunca.- Suspiró el primero y asomándose a la ventana comenzó a agitar fuertemente los brazos en dirección al jardín.
Al instante varios camellos se materializaron al lado de la ventana. El de la barba rubia abrió unas alforjas y sacó una caja muy grande envuelta en papel de regalo. Se la tendió al del turbante que la dejó delicadamente a los pies de Tristán que dormía sin enterarse de nada.
- Venga, todavía queda mucho por hacer.- Apremió el hombre del pelo blanco y dando enérgicamente un salto se metió en el fuego de la chimenea.
- No sé cómo es capaz de hacer eso.- Suspiró el de la barba rubia que empezó a menguar y menguar hasta que se transformó en chispa y dando pequeños brincos alegremente se adentró en la hoguera.
El joven del turbante se acercó a Tristán y le acarició el pelo. Dándose media vuelta se encaminó hacia las llamas al tiempo que Tristán abría somnoliento los ojos. El del turbante comenzó a hacerse chiquito chiquito. Los brazos y las piernas se le metieron en el cuerpo y su piel morena se convirtió en ardientes llamas rojas. Repitiendo los graciosos saltitos se introdujo en las brasas. Tristán se frotó los ojos fuertemente. No estaba seguro de lo que le había parecido ver. Cuando se fijó en el gigantesco paquete que estaba al lado del sofá no pudo más que sonreír feliz.


Leonor. Taller de Cuento. Ejercicio sobre fantasía.

11 comentarios:

Juanmi dijo...

Que ternura...

Con relatos así no se me ocurre qué decir, salvo que me ha encantado.

Supongo que quien más quien menos, todos nos identificamos facilmente con Tristán. Quién no ha vivido alguna vez una vigilia similar?

Ha sido un placer recordar aquellos tiempos de tu mano.

Manuel Santos dijo...

jejeje, afortunadamente no era Papa Noel... sinceramente, te agradezco que hayas preferido a los Reyes Magos.
Me ha gustado mucho, aunque yo hubiera iniciado el relato con un breve antecedente, algo que haga presagiar de inmediato que va a ocurrir algo extraordinario esa noche.
Un saludo! y ya puestos felices fiestas a todos (con un poco de retraso, jeje).

Aula de Escritores dijo...

Hola Leonor

Te felicito, el relato esta muy bien escrito. Es precioso y lleno de fantasia. Yo hubiera acentuado más la reacción de felicidad del niño.... felicidades! Irène

Anónimo dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios y recomendaciones.
Y ya de paso...
¡Que los Reyes cumplan vuestros deseos!
Leonor

Aula de Escritores dijo...

Leonor, ¡qué bonito!

¿qué niño en su ilusión no ha dormido esa noche con un ojo abierto y otro cerrado?

Enhorabuena!


SOHO

Aula de Escritores dijo...

Beunas tardes,

Me gustaria proponer un juego literario que seguro concoeis todos: el cadaver exquisito.
Se escribe una frase y el siguiente jugador solo concoce la ultima palabra, con la cual debe escribir la continuación. Es muy divertido y un excelente juego literario. ¿Alguien se apunta?
Irène (taller escritura creativa)

Juanmi dijo...

Por lo pronto yo me apunto

Pero tendriamos que encontrar un canal más adecuado para esto no?

A ver que se nos ocurre...

Aula de Escritores dijo...

juanmi

Gracias por aceptar mi propuesta.
El mejor canal es via e mail y podriamos colgarlo en el blog cuando este terminado. pero habria que conseguirmás victimas.....

Buen año 2009
Irène
mail: irene08036@yahoo.com

Manuel Esteban Muñoz dijo...

Me encanta, Leonor. Has bordado la propuesta del tema de fantasía, adaptándolo con mucho estilo al imaginario navideño.

Esteban Muñoz

Sonia dijo...

Qué tierno! Me ha encantado! Felicidades, Leonor.

Yo tambien me apunto al juego que propones, Irène. Tiene pinta de muy divertido.

Juanmi dijo...

Sonia, ponte en contacto con Irène o conmigo, en su correo o en el mio, y comenzamos, que con tres ya se puede hacer algo interesante.


yosoystarlight@hotmail.com