viernes, 19 de diciembre de 2008

EL HILO

Volveré para pescar mañana bajo el puente –dijo el tío Floro - y le entregó el rollo de hilo de nylon bien envuelto con los anzuelos y las ganas por su mayor hobby en un tarrito a la abuela Rosa. Ella que ya se encontraba en el andén de la calle los guardó en su bolso de salidas dominicales y se dirigió a atender la llegada de su quinto nieto, cruzó la calle y entró apresurada a la casa de enfrente.

10 centímetros
Aunque todos estaban a la expectativa del momento del parto , no contaban con el tremendo estruendo emitido por la pequeña boca rosada , como bocina de un gran pulmón que tan pronto asomó a este mundo hizo vibrar las ventanas de la sala y los tímpanos de los curiosos. La abuela que todo lo preparó no encontró a mano la hiladilla para amarrar el cordón umbilical y rápidamente utilizó un trozo del rollo de pesca sin usar, dejado por el tío. En el mismo momento que terminó de anudar el silencio regresó.

1 metro
Su nieta Margarita a partir de ese momento permaneció con la atención prendida a la piola del tío Floro y le pidió un trozo a la abuela para remendar el vestido de Pecas, la muñeca de su quinto cumpleaños compañera confidente e inseparable de sus sudorosos y agitados días y sus intranquilos sueños. Otro tanto gastó para coser los rotos de los calcetines, utilizando una técnica de bordado rudimentario que ensayaba a sus diez años, al tiempo que pensaba que otro uso podía darle al hilo.

12 metros
Aprovechando un descuido, tomó el rollo custodiado por la abuela y mientras el viento de agosto levantaba las faldas de las vecinas y estaba dispuesto a descubrir quien sabe que más cosas, ella sacó su cometa al parque e imaginándose elevada por la cuerda le añadió una buena porción del nylon.

4.5 metros
Su prima Violeta quien le hacía compañía mientras caía la tarde y pensando en la fiesta que seguía le dijo descomplicadamente “Al menos por esta noche necesitamos un pedazo de esta cuerda para colgar los faroles” que ya tenían puestas las velas. Los últimos rayos del sol les iluminaba con una luz de expectativa incierta cada rasgo, cada gesto de sus rostros que lucían entre niñas y adolescentes. Recogieron y subieron corriendo las escaleras hasta su apartamento. En el afán votaron las llaves y algunas puertas se les quedaron trancadas.

14 metros
Al no encontrar las llaves de la puerta, echaron mano del hilo de pesca para bajar desde la terraza del cuarto piso una cesta con el vestido del matrimonio que Amapola, madre de Margarita, le confeccionó a Azucena , quien mirando hacia arriba hacía fuerza para que no alcanzara a llegar hasta el suelo.

7 metros
La tía Clavel tan pronto ayudó a bajar la cesta, uso más cuerda para amarrar firmemente los paquetes junto a los recuerdos de su hijo, quien se alistaba para viajar a estudiar peces marinos a un país nórdico. Otro metro necesitó para atar los últimos libros y más nostalgias que se le pudieron haber quedado a última hora.

6 metros
Mirando como la abuela tejía una bufanda , Clavel le pasó un pedazo de cuerda del carrete , el suficiente para rematar y afirmar el ribete, pensando que la llevaría puesta cada vez más frecuente conforme el frío y las canas le llegaran con los años.

“Quedan 4.85 metros de madeja bien medidos” dijo la abuela Rosa junto a la mesa del comedor , ajustándose los lentes para mirar mejor a sus dos nietos , apoyada en su bastón ,”incluido el medio metro de cáñamo que le han añadido estos pillos de Dios, en el baúl quedan las instrucciones para su uso el día que no me una ningún hilo con este mundo”.

Así el tío Floro dejó ese día con qué atar algunos cabos que no quedaron sueltos en las vidas de su familia de flores.

Melqui Barrero
Ejercicio de relato corto con la técnica sub-perspectiva.

1 comentario:

Manuel Santos dijo...

Que tremendo. Menudo montón de escenas que has hirvanado con el famoso hilo.
Salvado el primer momento de confusión, manifiesto mi admiración por el modo tan original y efectivo de utilizar la sub-perspectiva. Creo que a mí no se me hubiera ocurrido nunca algo así.
Felicidades!
Un saludo.