martes, 11 de noviembre de 2008

El router de Telefonica

En el centro del dormitorio tenemos el router SMC 7904 WBRA recién sacado de su caja, de entre cables de colores, microfiltros y cuartillas en portugués y ruso. De color negro mate y con antenitas, parece una pequeña raya marina que, lejos de su amado Atlántico, no acaba de encontrarse a gusto en mi alfombra afgana beige. Su silencio de profundidades oceánicas y expresión ceñuda contrastan con el supuesto don de comunicación (su interfaz como una gran boca de la que nunca paran de salir noticias deportivas, emails de antiguos compañeros de facultad, videojuegos multiplayer y porno, porno, porno) por el que hemos pagado 90 eurazos.
Parece sencillo: fuente de alimentación, roseta con cables telefónico y RJ-11… todo ello enchufado a la raya y abran paso a los 6 megabytes de ADSL.
Pero antes de amarrar el router, y esclavizarlo a la red Livebox 5560 de por vida, me lo imagino huyendo despavorido, como un ratón tras ser pillado in fraganti husmeando al lado del frigorífico, hasta meterse debajo de la cama. Y cuando Irene y yo nos arrodillamos, levantamos el telón de colcha y echamos un vistazo al interior, tan sólo vemos 5 centímetros de cable USB desaparecer por un agujero roído en el rincón.

Esteban Muñoz
Curso: Práctica del cuento moderno
Ejercicio: Descripción de un objeto

1 comentario:

Anónimo dijo...

¡JA JA JA!
Me ha divertido mucho tu descripción del router.
Seguro que si pudiera salía corriendo.
También lo del porno, porno, porno.
Cortito y eficaz. Fantástico