sábado, 20 de junio de 2009

La Madre Rosario

Rosario nació en medio de la guerra civil española. Sus padres decidieron trasladarse a un pequeño pueblo de la provincia de Cuenca, ya que allí apenas tenían noticias de lo que estaba ocurriendo en la capital. La familia de Rosario, pertenecía a lo que antes se llamaba clase acomodada, su padre era médico, y su madre era una gran señora. Rosario era la pequeña de cinco hermanos, en el pueblo de Tresjuncos estuvieron viviendo durante cuatro años, la vida allí era tranquila y agradable, dentro de los inconvenientes que conlleva vivir en un pueblo tan perdido, la gente allí se hacían llamar hermanos, el hermano Panadero, el hermano Herrero, y así sucesivamente. Después de terminar la guerra, volvieron a su Madrid natal, tanto Rosario, como sus hermanos, acudían a un colegio religioso, eran niños muy aplicados y estudiosos, la pequeña Rosario era conocida por sus acciones generosas con los menos favorecidos.

Una vez hubo terminado su Bachillerato, decidió estudiar Magisterio, para ella los estudios era algo fácil y atractivo, mientras cursaba esto último, conoció a un joven, pero su relación no duró mucho, pues ella tenía otras metas en su mente.

Un buen día comentó a su familia lo feliz que le haría ingresar en alguna comunidad religiosa, a sus padres no les agradaba demasiado la idea, pero al mismo tiempo , comprendían los deseos de su hija. De este modo, una vez terminados sus estudios, entró a formar parte como profesora y religiosa en un reconocido Colegio , todo esto tras haber hecho sus votos como religiosa. En este centro impartía clase a niñas de 1º de Bachiller. Era apreciada por todo el mundo, un día tuvo una brillante y generosa idea, dar clase fuera del horario escolar, a chicas analfabetas , lo propuso a la madre superiora, y en poco tiempo lo puso en marcha, dos días por semana, acondicionaba la nave del gimnasio , y allí recibía a un grupo cada vez mayor de muchachas trabajadoras de las fábricas de los alrededores, que gratuitamente aprendían a leer y escribir.

Una mañana de Primavera vino a visitar el colegio, el conocido padre Vicente Ferrer, no se sabe si por las conversaciones con el, o, simplemente por la inspiración que él le produjo, pero esta visita fue el detonante para que Rosario tomase una arriesgada y valiente decisión , después de once años de permanencia , en aquel bonito colegio, decidió marcharse de misionera a la antigua isla de Formosa. Su marcha, fue algo muy triste para todos cuantos la habían tratado hasta entonces, dejaba demasiada huella.

Una vez instalada en su nuevo ambiente, mantenía correspondencia con antiguas alumnas, y familiares. Pero un malogrado día, sus cartas dejaron de llegar, al principio, nadie dio demasiada importancia, pero, los días pasaban, y no se obtenía respuesta a su correspondencia, por fin una mañana de sábado llegaron noticias de la isla china, no eran de Rosario ... Rosario no contestaría más las cartas, ella había sido victima de un ataque terrorista. Con ella marchaba un ejemplar, al que podíamos aplicar el conocido dicho:

“ La estrella que brilla con mucha intensidad antes se apaga “

Marzo 2009 Valentina Moreno

1 comentario:

Sonia dijo...

Hola Valentina,

¿Sabes qué me ha pasado con éste relato? Que creo que con la vida de esta persona se podría seguramente escribir un libro, y para un relato se me ha quedado demasiado corto.
Es un resumen de una vida, así, tan esquemático, que sí, me explicas que es una mágnifica persona, toda bondad, pero yo no acabo de verlo. No empatizo con ella, al terminar el relato, no acabo de sentir la pena que se supondría que se debe sentir por la pérdida de una persona tan entregada y generosa. Y creo que quizás es porque en vez de mostrar con actos, explicas las cosas. Igual si esa bondad se viera más en hechos que en palabras, uno se implicaría más.
También le pondría un poco más de tensión al final, las cartas no llegan y sus familiares empiezan a sufrir y a desesperarse. No saben qué pasa y la incertidumbre les mata.
Espero que mi opinión te sirva.
Un saludo.