jueves, 30 de octubre de 2008

VECINO DE VERONICA

VECINO DE VERÓNICA


Sin perder el desespero que traía, abrió el portón a la calle, subió las gradas a grandes zancadas y se dirigió al escritorio, por los documentos que le interesaba. Buscó con manos temblorosas y sudorosas entre el fajo de papeles. Un torrente de ideas le cruzaba la cabeza.- ¿Cómo es posible, tantos días aquí, sin darme cuenta? ¿Cómo no lo supe si estaba tan pendiente de este envió? Ya había pasado un mes de angustiosa espera.

-Debe ser este, -se dijo rompiendo un sobre y mirando de reojo el reloj en la pared. -De haberlo sabido antes, muchos insomnios me hubiera evitado.

Este era justo el último día de plazo para radicarlos en el juzgado penal No 5, a punto de cerrar. No tenía más tiempo y salió a la carrera con la carpeta bajo el brazo.

-Solo tres cuadras. Es más rápido llegar a pie en medio de tanto tráfico. -Pensó.

Cinco minutos antes, Lina lo llamó al celular para preguntarle como le había ido con el envió que ella le había hecho. -Desde hace quince días y por correo certificado, le repitió. Martín recordaba que para ese preciso día debió viajar a la costa y regresar al día siguiente, de noche, cansado, luego de seis horas de viaje por carretera en mal estado. No tuvo el ánimo para repetir la rutina diaria de revisar los papeles llegados.

-¿Porqué las cosas tienen que ser así? -Se dijo.

Ingresó a la oficina del juzgado con el pecho palpitante, la respiración jadeante por el esfuerzo, y la fe puesta que dentro del sobre a medio abrir estaba todo lo necesario. Era una suerte que no se le hubiera desencadenado la crisis asmática, que habitualmente le ocurría en situaciones de máxima tensión.

- No puedo recibir sus documentos está relacionados como recibidos desde hace dos días y no repetimos este proceso, -le dijo el encargado.

- No es posible!, no los he traído antes, ¿cómo llegaron?

- Ya estamos cerrando y no tengo tiempo para buscarle explicaciones.

-Pero necesito certeza de lo que dice, no tengo más tiempo si hay algún error.

- Tendría que revisar el libro de actas de recibido de esa fecha y ya se fue la oficinista, vuelva mañana

- Mañana es tarde, y no puedo dejar de ir a mi oficina a trabajar cuando quiera, cumplo unos horarios y requiero de permisos con tiempo. Colabóreme por favor.

- No puedo meter la mano en una oficina que no es la mía. Además ¿para qué se angustia si ya están registrados?

Salió a la calle confundido.- Ahora si que no podré dormir. Tengo que calmarme o me volveré loco. Continuó caminado y respirando profundo. Estaba en juego su futuro a partir de mañana: quedar libre, continuar con libertad condicional o ser detenido y perder su reciente contrato en una compañía comercial. Esta era la última oportunidad para demostrar que él no era el culpable del caso que se le imputaba.

De regreso a su apartamento en la Unidad de Bloques F en el Oeste de la ciudad de nuevo una llamada de Lina: -¿por qué me colgaste?

- Corría con los documentos para el juzgado.

- He tratado de comunicarme para confirmar que los hubieras recibido y como no te pude localizar decidí enviar ayer una copia al juzgado directamente dada la importancia que sabemos. Espero que no falte alguno y este proceso salga a tu favor.

Lina, estudiante de derecho, había reunido las pruebas que el juez pedía para demostrar que Martín Ante Penagos, su primo, era sólo un homónimo del verdadero delincuente y no quien se encontraba en el sitio y hora del insuceso dos meses atrás.

- Que ironía, 15 días con ellos, sin darme cuenta, -se dijo Martín ya en su apartamento, donde vivía solo y recordó que la comunicación con Débora, la aseadora, se limitaba a notas y documentos que se entrecruzaban en el escritorio.

Desde hacía 1 semana la misma duda y las mismas imágenes borrosas lo asaltaban cada noche al irse durmiendo: -si no hubiera estado tan borracho aquel sospechoso día todo sería mas claro para mí. -Ya no le alcanzó más la noche para oír la tercera llamada de Lina.

Mequí Barrero G.

3 comentarios:

Aula de Escritores dijo...

ME HA GUSTADO MUCHO, AUNQUE AL ACONTECIMIENTO TRANSCENDENTAL EN TORNO AL CUAL GIRA TU OBRA YO LE HUBIERA INTENTADO DAR UN ENFOQUE MAS PERSONAL, PARA PODER ENTENDER MEJOR EL DRAMA POR EL QUE ATRAVIESA EL PERSONAJE.
UN SALUDO.
...SOMBRAS...

Aula de Escritores dijo...

Saludos.
Hay algún detalle que se ha escapado, que no termino de comprender. De todos modos, hoy tengo un día un poco espeso, he tenido que leerlo dos veces, jeje.
Diría que al principio de la historia hecho de menos algo que le haga entender al lector la importancia de esos documentos. Las razones se dan a entender cuando ya ha transcurrido más de la mitad del relato.

Un saludo muy grande.
Manuel Santos.

Anónimo dijo...

Me gusta, aunque echo en falta un punto de dramatismo que contagie del todo al lector... creo que esos documentos son de mucho valor para el protagonista, y eso se entiende, pero no logro sentir su profunda angustia. De todas formas, me parece que está muy bien escrito.

Ainara Rivera.