jueves, 28 de octubre de 2010

Dos Palabras - Juan José Piedra

Dos personas; una habitación; una cama; ella, Lucía; él, David. Lucía risueña, mirada ingenua, blanca tez, cuello de cisne, manos infinitas, firmes senos, delgados tobillo, gran mujer. David gentil, pelo azabache, extensa nariz, barba pueril, fuertes brazos, amplias espaldas, voz grave, gran hombre. Están desnudos; desnudos y tendidos; tendidos y juntos; juntos y semiabrazados; abrazados y dormidos; pareja perfecta.

La luz entra, desde la ventana; es mediodía; cielo azul; nubes de azúcar; olas en duelo; barcos aparcados; pueblo costero; casas de nata; abanico de flores; calles tranquilas; humildes habitantes; familia lejos; entorno perfecto.

David ronca; pies sudados; parco en palabras; cejas pobladas; lágrimas bloqueadas; sexo pobre. Lucía sensible; débil voluntad; silencio imposible; hombros caídos; anchas caderas; frágil estructura. ¿Pareja perfecta? Humanamente perfecta.

Habitación desordenada; persianas oxidadas; gaviotas molestas; motores ruidosos; viento incesante; insectos incontables; mujeres chismosas; hombres ignorantes. ¿Entorno perfecto? Humanamente perfecto.

David despierta; abre un ojo; lagañas rebeldes; ojos abiertos; la mira; ¿estará soñando?, ¿pensará en mí?; creo que sí; seguro que sí; diseña nuestra vida; imagina nuestro futuro; él sonríe; David la quiere; comparte sus sentimientos; la besa; se lava la cara.
Lucía se mueve; le busca; le encuentra; está ahí; como siempre; su mitad; su todo; su alter ego; es feliz; ahora sí; vacaciones increíbles; no quiere separarse; ella sonríe; Lucía le quiere; manda un beso; se duerme.

David vuelve; se acerca; se tumba; nariz con nariz; cierra los ojos; él su rey; ella su reina; se acarician; se tocan; se abrazan; se besan; hacen el amor; descansan; se visten; abandonan la habitación; salen fuera.

En la calle; de la mano; él se separa; va al bar; tiene sed; ella cruza; conductor despistado; encuentro fatídico; Lucía vuela; David se sumerge; asfalto boxeador; la golpea; le golpea; “Dios mío”; gente imantada; juntos de nuevo; se tocan; se miran; David estalla; es dolor; lágrimas desbloqueadas; ella murmura; dos palabras; “Te quiero”; ahora calla; no respira; almas partidas; mortales humanos; cortas vidas.

Destino cruel; canto de sirena; reloj incesante; David perdido; Lucía desvanecida; llega la ayuda; los trasladan; hospital cercano; es tarde; demasiado tarde; David se hunde; ancla en el mar; pasan los minutos; tres días; cuatro meses; una navidad; sin ella; sin ilusión; está deprimido; se siente angustiado; prisionero sin rejas; cárcel de tristeza; ardua resurrección.

David no se encuentra; necesita estímulos; humo y alcohol; blanco apoyo; negro porvenir; está desorientado; desea salir; también olvidar; quiere caminar; ¿pero sólo?; ¿cuándo podrá?; es difícil; quizás horas; quizás años; quizás nunca.

Hoy está leyendo; parque tranquilo; banco de madera; niños jugando; Lucía en el recuerdo; María se acerca; se sienta; ¿por qué junto a él?; parece simpática; ambos sonríen; ambos leen; diálogo inocente; inicio de amistad.

Lucía y María; mirada similar; cabellos opuestos; David desconcertado; amanecer de sentimientos; batalla en su mente; ¿es infidelidad?; ¿debo intentarlo?; ¿estoy preparado?; necesita ayuda; alguien comprensivo; su hermano Carlos; demasiado bufón; su amigo Juan; poco sensible; su hermana Eva; persona ideal; opina sobre María; “lánzate David”; se llena de osadía; mañana será el día.

Allá viene; María leyendo; no muy puntual; él impaciente; ella ignorante; David habla; ella sorprendida; gratamente sorprendida; es posible; cupido aparecerá; pasean juntos; quedan otra vez; comienzo de etapa.

Una cita; una cena; cálido restaurante; lleno de parejas; todas ríen; todas alegres; María llega; bonito vestido; piden una copa; agradable conversación; ella se abre; cuenta su historia; niña traviesa; adolescente madura; mujer independiente; David serio; atentamente oye; no escucha; Lucía junto a él; dos personas; tres espíritus; David desconcertado; María desconoce; termina la velada; se despiden; se llamarán.

Esa noche; David no duerme; solo piensa; ¿está contento?; María no es Lucía; ni intenta serlo; María es agradable; lucía, compañera única; María es atractiva; Lucía, amante única; imposible comparar; quizás indebido; David no comprende; ¿amor dividido?; ¿corazón seccionado?; ¿cómo decidir?; aún la quiere; nunca la olvidará; lo era todo; María es aire; David decide; sí a Lucía; no a la vida.

Hola muerte; ¿cuándo quedamos?; por mí ahora; brindemos los dos; conduzco yo; mejor en tren; pastillas alegres; da igual; voy al puente; salto al vacío; adiós David; hola Lucía.

David abre los ojos; mira sobresaltado; sigue desnudo; sigue en la habitación; sigue estando con ella; Lucía duerme; ajena a la pesadilla; ajena a su amor; David ríe; David llora; se acerca a la ventana; día caluroso; mar reposado; va a su encuentro; la mira; la besa; la despierta; ¿qué quieres?; decirte algo; ¿el qué?; dos palabras.

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