jueves, 27 de octubre de 2011

ILIANA, LA NIÑA DEL BOSQUE (ANTONIO PEDRO RIERA)

ILIANA, LA NIÑA DEL BOSQUE

Me llamo Iliana, tengo casi 11 años y ahora vivo con mi mamá y mi hermana mayor, aquí, en una casa al lado de un bosque, un bosque grande, con muchos árboles y que mamá no me deja ir sola. Mama piensa que soy muy pequeña y las pocas veces que he ido ha sido siempre cogida de la mano, tiene miedo de que me vaya corriendo y me coma un oso. Le contesto que no es verdad, no me gusta correr y nunca he visto al oso.
El bosque, siempre me ha gustado, recuerdo los veranos y los paseos subida a los hombros de papá.Las hojas eran muy verdes y el sol daba mucha luz. Caminando y hablando sin parar. Todos reíamos, mamá también.
Una tarde, octubre quizás, hacía un poco de viento y mamá me abrochó hasta arriba el anorak. Me paré un momento viendo el color amarillo que llenaba todo el bosque y su silencio. Mamá preguntó qué pasaba, contesté que nada pero no podía apartar la vista. No sé por que lo hice pero si sé que al llegar a casa, mamá nos preparó la cena. Papá no estaba en casa, hacía días que no venía y no entendía por qué. Oímos como se cerraba la puerta de casa y entró. Mamá se fue a la cocina, triste y con lágrimas que le caían por las mejillas. Ese día papá nos dijo a mi hermana y a mí que nos quería mucho y qué no lo olvidáramos. No paró de besarnos y abrazarnos. Después de un rato, se fue.
Mamá nos explicó más tarde que ya no dormían juntos, pero que nunca dejarían de ser mis padres.No la escuchaba, mi cabeza pensaba en el amarillo silencioso y triste del bosque y en lo bonito que se pone cuando es verde y soleado.
Ahora todo es diferente, a papá lo veo algunos días, hago los deberes en su piso que tiene en la ciudad y jugamos en el comedor.Mamá me ayuda a vestirme y a ponerme los zapatos. Tengo un pelo rubio y largo y mamá me da tirones, no le digo nada, por que sé que se enfada si la contesto.
Diana es mi hermana mayor y es tonta. Tiene novio desde hace meses. Siempre se están besando.No me hacen ni caso y además me ponen mala, como estar enferma sin dolerte nada.Un día le pregunté si dormían juntos, como hacían antes mis padres.Se puso roja y me gritó. Yo también me puse roja sin saber por que.
Tengo tortugas, son pareja pero no son papás, no duermen juntos y no tienen hijos.Las tortugas me gustan por sus colores en los caparazones, la hembra es de color verdoso y el macho marrón.Me gustaría tener caparazón y un color divertido. Además guardaría cosas dentro.Caminan por la caja, con sus ojos tristes y duermen cuando se aburren.
Mamá dice que son unos animales idiotas, a mi me da rabia que diga eso, fueron un regalo de papá y como siguen enfadados culpa a las tortugas.A veces imagino que soy otra tortuga, paseando por una caja más grande.
En la clase sólo me hablo con un chico que es callado como yo: se llama Ramón.Tiene peces. Un día en su casa los vi. Son azules y blancos, dan vueltas por la pecera con un buzo que suelta burbujas.
Hoy estoy sola en casa y voy a ir al bosque. Es pronto, las 10 de la mañana. Acabo el almuerzo, me llevo una botella de agua, galletas y las guardo en mi mochila. Las llaves de casa están encima del mostrador, cierro la puerta y camino hacia el bosque.El sol me da en la cara, se me escapa la risa y me pongo las gafas de sol que papa me regaló.Oigo a los pájaros, veo el verde de las hojas y al mirar hacia arriba veo el final de los árboles. Al lado un río donde cae el agua, la toco con las manos y mojo mi cara. Esta fría pero me gusta. Salto el rió (es muy pequeño) y me siento en una piedra grande, el sol no molesta y me quito las gafas.Recuerdo este sitio y también recuerdo lo divertido que era venir aquí.
Miro hacia atrás, el camino entre los árboles. No estoy lejos de casa.No lo veo venir, camina sin hacer ruido y con una bolsa transparente.
Es Ramón.
Se queda extrañado cuando me ve, se acerca y me dice hola sentándose a mi lado. Yo le contesto y le pregunto que qué hace aquí. Dice que va a tirar los peces al río y dejarlos sueltos.Estoy distraída mirando los peces de la bolsa y no lo escucho.Ramón ríe.
Empiezo a enfadarme en broma, y para que vea que no soy tonta, le doy con el dedo a la bolsa de los peces, no muy fuerte para que no se asusten. Levantándose de la piedra Ramón se acerca al río y se agacha, abriendo la bolsa. Es un poco patoso por que le cae el agua en los zapatos y los peces van de un lado a otro moviéndose con cara de loco. Ahora lo hace bien, los tira al agua y nos quedamos agachados, viendo los peces alejándose por el río. Hasta que no los vemos más.Al levantarme busco en mis bolsillos y le doy una galleta.
Ramón está serio y no para de repetir:- Mi hermano se va a cabrear, eran sus peces favoritos-, dice mientras come la galleta.Si yo hiciese lo mismo con las tortugas de mi papá, se enfadaría. Y recordé a mamá.- ¿Quieres volver a casa o caminar?-, le pregunté porque seguía sin hablar.- No lo sé,- me contestó -, estoy sólo en casa y no tengo muchas ganas de volver.
Ramón odia a su hermano mayor; le grita y le pega. Un día le vió unas letras chinas en el cuello y Ramón le preguntó como se lo había pintado. Su hermano mayor le dijo que un señor le había pinchado con una aguja y tinta por la piel y que no se iría nunca. Como su hermano es muy mentiroso, Ramón sacó el compás de su estuche y le pincho en el cuello para saber si pintaba la piel. Su hermano chillo mucho y le salió mucha sangre.Dijo que quería matarle mientras decía muchas palabrotas.
Me da la risa, Ramón esta serio y sigue hablando.
Su hermano mayor colecciona novias. Yo le contesto que las novias no se coleccionan. Si tienes una no puedes tener más y no creo que vendan álbumes para pegarlas como cromos.Ramón dice que su hermano, sale con una un tiempo, luego con otra, dos a la vez y así siempre.Le digo a Ramón que su hermano es un asqueroso y el mueve la cabeza diciendo que si.
En este momento me acuerdo de mi hermana y le pregunto si la conoce. Le explico como es mi hermana.Ramón lo recuerda enseguida, los ha visto en su casa besándose todo el rato.Viene con su novia, le echa de su habitación y Ramón se va al comedor para ver sólo la tele.Sus padres duermen juntos, pero están todo el día fuera por que trabajan y vienen a casa cuando es de noche. Está harto y por eso ha tirado los peces al río.
Se hace tarde, lo sé porque tengo un reloj con alarma y a las 4 de la tarde suena. Es para acordarme de que tengo que darle de comer a las tortugas, sino se morirán y no podrán dar vueltas por la caja. Ramón está nervioso, seguramente de miedo.No le digo nada, no sé que decirle y andamos hasta la puerta de mi casa.
Estoy contenta. Me siento otra vez igual que antes, subida a los hombros de papá. Le doy dos besos para despedirme de Ramón; no le gusta, se limpia la cara con la mano y me mira extrañado. Al entrar veo a mi hermana hablando por el móvil. Esperaré a que cuelgue, entonces le hablaré de su novio y si todo va como yo pienso, dejará de tenerlo y volveremos a jugar juntas. Y mañana si no está castigado le diré a Ramón que venga a mi casa a ver mis tortugas.
¿ Quién sabe ? Podríamos volver otra vez al bosque otro día soleado.

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