— ¡Por fin sábado! —exclamo Luisa acariciando el negro pelo a Mario.
—Si cariño, déjame dormir un poco más. — respondió Mario.
—Mario cielo si ya son las diez En quince minutos te espero en la mesa para desayunar, voy haciendo las tostadas y el café.
—Ya vooooy.
Luisa se viste y se dirige hacia la cocina.
— ¡Máriooooooooooo! —grita Luisa pasada media hora.
—Ya estoy aquí
—Venga púes desayunamos que después tenemos que ir al Súper que estamos con la nevera vacía y vienen tres días de fiesta. Además tenemos que pasar por el sastre a recoger tu traje.
—Siempre andas con prisas, eres un nervio, —responde Mario—, te tienes que tomar las cosas con más calma.
—Ya son las once, entre que llegamos allí y volvemos ya será hora de comer y hoy tenemos que comer pronto que a las cinco tenemos que salir de aquí sino llegaremos tarde a la boda. —responde Luisa—. Si acaso ves a buscar el coche al parking mientras yo acabo de recoger esto, cojo la lista de la compra y cierro la casa.
—Como tú mandes, tú eres la que diriges el cotarro, como todas las mujeres, no si ya lo decía mi madre… en fin mejor me callo. ¡Te espero abajo!
Pasados diez minutos Mario recoge a Luisa en la portería.
—La ciudad esta medio vacía, casi no hay tráfico— comenta Mario— acabaremos pronto
—Eso espero.
Realmente encuentran el Súper casi vacío, en media hora han pasado por la carnicería, la pescadería y la frutería. Han cargado las bebidas y ya están pasando por caja.
—Son 130 € — dice la cajera— ¿Tienen la tarjeta cliente?
—Si aquí la tiene la cliente y la visa. —Dice Luisa
—El DNI por favor.
—Aquí está.
—Perfecto. —Dice la cajera.
Pasados unos segundos se vuelve a dirigir a Luisa
—Disculpe pero esta tarjeta me da error.
Luisa pone cara de circunstancias.
—No puede ser si ayer la utilice y no me dio ningún problema.
—La volveré a pasar.
—Sigue dando error.
—No se preocupe yo siempre llevo efectivo —dice Mario. — tenga y disculpe las molestias. Adiós buenos días.
—Gracias. Adiós buenos días.
—Que manía tienes de no llevar nunca efectivo ¿tanto te cuesta llevar 200€ de reserva para emergencias?
—Cariño es la primera vez que me ocurre una cosa así. —contesta Luisa
— Venga no nos entreténganos, vamos al parking.
— Y tu ¿Cómo es que has pagado en efectivo en vez de con tarjeta?—Pregunta Luisa
—La mía caducó ayer, tenia que ir al banco a recoger la nueva, pero cuando Salí de la oficina era tarde y ya habían cerrado.
— ¿Te queda dinero para pagar el traje o pasamos por el cajero y saco? El cajero está muy cerca de aquí.
—Púes la verdad me has dejado pelado.
Al cabo de diez minutos ya han cargado el coche y salen del parking.
—Para en la siguiente esquina, bajo y saco 200€.
Pasado el semáforo Mario para y Luisa baja del coche y se dirige al cajero.
No me lo puedo creer, —piensa Luisa— Tampoco me deja sacar dinero
Luisa vuelve al coche cabizbaja.
—Tampoco me deja sacar dinero. Me da error—Comenta Luisa a Mario.
— ¡Púes ya me dirás que hacemos yo necesito el traje para esta noche! — Exclama Mario— ¡Y tu como siempre sin un duro! ¡Esa manía tuya de pagarlo todo con tarjeta y no llevar nunca efectivo ¡
— Pero eso no es verdad. Si que llevo pero no en las cantidades que llevas tu. Llevo para las pequeñas cosas del día a día, que si un café, que si una tarjeta de metro, cosas así y luego llevo 20€ por si tengo que coger un taxi.
— Mira mejor cállate un poco y empieza a pensar como solucionamos lo del traje, que ya me estoy empezando a poner nervioso.
— Llamaré a mi hermana ella es de los tuyos siempre tiene efectivo en casa.
Luisa saca el móvil del bolso y marca.
—Hola cariño, soy tu tía Luisa ¿Se puede poner tu madre?
Pasados unos segundos dice:
—Muy bien, no, no te preocupes ya la llamare en otro momento. Adiós cielo.
Luisa cuelga el teléfono.
—Se ha ido de fin de semana con Pepe.
— ¡Perfecto!—exclama Mario—, ¿Y ahora que hacemos? ¿Me lo puedes decir?
— ¡En vez gritarme te agradecería que aportaras tu alguna solución!
— ¡Que solución ni que leches yo no tengo a nadie en esta ciudad, ni amigos ni familia! — Responde Mario—
— ¿No puedes llamar a tu amiga Eva? Con ella tienes mucha confianza. ¿No? Os pasáis las noches hablando por el Messenger según tú.
—Pásame el bolso porfa que buscare su número en la agenda.
— ¡Otra cosa que no entiendo! ¿Por qué no te grabas los números en el Móvil?
—Porque la agenda es para siempre y el móvil no. ¿Entiendes? Y por favor cálmate un poco.
—Toma tu bolso, saca la agenda y soluciona esto de una vez.
—No la encuentro.
—No si ya lo digo yo, siempre llevas un montón de cosas en el bolso y nunca encuentras lo que buscas.
—Aquí esta, ya la tengo, voy a llamar.
— ¡Eva! Hola ¿Qué tal estas? Soy Luisa. Oye necesito pedirte un favor. ¿Tienes 200€ para dejarme? Me he quedado sin Visa y tenemos que ir a recoger el traje de Mario para la boda de esta tarde.—OK gracias ahora pasamos por tu casa a recogerlos
Luisa cuelga el teléfono y mira a Mario y le dice “Tiene el dinero, ¡vamos a buscarlo!”
—Guíame que yo no se como llegar a casa de esta chica.
—No te preocupes esta muy cerca, es la tercera calle a la derecha y luego la segunda a la izquierda.
Pasados cinco minutos Luisa toca al interfono de Eva, sube a por el dinero y vuelve al coche coche. “Venga vamos a recoger tu traje que están a punto de cerrar suerte que nos queda a dos minutos de aquí. Solo tienes que bajar esta calle, esta a cien metros.”
Mario pone el coche en marcha y se dirigen hacia la sastrería.
—La persiana esta medio bajada. —comenta Mario.
—No te preocupes —dice Luisa — tienen timbre fuera.
Luisa baja del coche, toca el timbre y entra. Al cabo de diez minutos sale con el traje colgado en una percha y lo deja en la parte trasera del coche.
—Ves todo solucionado— dice Luisa— a veces nos ponemos nerviosos por tonterías, ojala todos los problemas en este mundo fueran estos.
Mario la mira de reojo y le dice:
—Prefiero no contestarte. Vamos a casa a comer y a descansar un poco antes de la boda.
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